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    De beisbolista profesional a miembro del ejército de los Estados Unidos: Salomon Manriquez se prepara para nuevo reto

    GLENDALE, ARIZONA, UNITED STATES

    02.26.2020

    Story by Alun Thomas  

    U.S. Army Recruiting Battalion - Phoenix

    GLENDALE, Ariz. - El camino parecía no tener fin y los desafíos siempre implacables.

    Cada año un nuevo equipo y un nuevo lugar, todo esto al tiempo que Salomon Manriquez se abría paso en su carrera de 13 años en las ligas menores de béisbol, que lo llevo a todos los confines de los Estados Unidos.

    Como cátcher, Manríquez, nacido en Venezuela, se mantuvo al máximo de su desempeño, entrenando sin parar y rindiendo a toda su capacidad, todo en su búsqueda de llegar a las grandes ligas.

    Tuvo que retirarse finalmente, tras haber dado todo en una carrera que lo llevó a jugar en más de 15 equipos y en la selección española en el Clásico Mundial de Béisbol en 2013.

    A la edad de 37 años, con el fin de buscar un cambio en su vida y en busca de un nuevo propósito y dirección, Salomon se enlistó en el Ejército de los Estados Unidos a principios de 2019.

    Salomon ya estaba familiarizado con el concepto de cambio, y se había preparado, tanto a él como a su familia, para emprender una nueva aventura, la cual todos esperan con ansias por su comienzo mientras parte para recibir Entrenamiento Básico de Combate en Fort Jackson, S.C., el 18 de febrero.

    Las numerosas travesías de Manríquez iniciaron en 1982 cuando nació en Valencia, Venezuela, en América del Sur, donde disfrutó de su infancia.

    «De hecho crecí en una zona pequeña en las afueras de Valencia, pero me mudé a la ciudad principal tras firmar mi primer contrato de béisbol profesional», dijo Manríquez. «Tuve acceso ahí a mejores instalaciones para prepararme físicamente y opciones de nutrición más saludables".

    Si bien el país atraviesa momentos tumultuosos en la actualidad, Manríquez mencionó que en los años 80 y 90 era un paraíso para crecer.

    «Crecer en Venezuela fue muy diferente a lo que es ahora. El país era hermoso, tuve una niñez buena y siempre fui feliz», dijo. «Mis papás eran propietarios de su propio negocio, en el ramo de la ingeniería. Tengo un hermano y una hermana, soy mayor que los dos. No siempre teníamos mucho, pero éramos felices y siempre encontrábamos la forma de salir adelante».

    A temprana edad Manríquez pensaba con frecuencia en el trabajo de sus sueños, que algún día se haría realidad.

    «Cuando era niño quise siempre ser bombero. Pero cuando estaba en primer grado, uno de mis amigos dijo que quería ser jugador profesional de fútbol. Yo era joven y no sabía que uno podía dedicarse a eso y que te pagaran", explicó Manríquez. «Le pregunté a mi maestra y ella me dijo 'claro que puedes'. Pero yo quería ser jugador de béisbol, ese era mí deseo incluso a los siete años.»

    Con esta meta en mente, Manríquez se entregó a esfuerzos por convertirse en el mejor jugador de béisbol posible, si bien muchos que lo conocían tenían sus dudas.

    «Aunque al principio no era muy bueno, me esmeré y trabajé duro. Fue a los 16 años cuando firmé mi primer contrato con los Expos de Montreal", dijo Manríquez. «Incluso entonces yo me esforzaba por ponerme a prueba. La gente no creía que firmaría contrato con ellos. Cuando lo hice, hubo quienes pensaron que no duraría con ellos. Pero duré 13 años».
    A partir de ese momento, en 1999, la vida de Manríquez pasó a ser un torbellino, pues pasó los 13 años siguientes en busca de su sueño por el béisbol, en compañía de su esposa Lori, con quien se casó en 2002, y a quien conocía desde la escuela primaria.

    «Nos casamos cuando yo tenía 20 años. Nos conocimos en la primaria y hemos estado juntos casi todo el tiempo desde que salimos de la escuela secundaria», explicó. «Ha sido divertido. Ella es mi mejor amiga y no podría haber hecho nada de esto sin ella".

    «Conoce las vicisitudes de la vida de un beisbolista y las ha vivido por los últimos 20 años. Kevin, mi hijo nació en 2011 y también vivió parte de ello», dijo. «Ambos han sido guerreros por vivir todo esto».

    La carrera de Manríquez lo llevó por todo los Estados Unidos, al tiempo que perseguía sus ambiciones por llegar a las grandes ligas, con ciertos obstáculos que tuvo que vencer en el camino.

    «Jugué en ciertos equipos de ligas menores con los Expos y los Washington Nationals. Después, en 2006, firme un intercambio con los Colorado Rockies y después con los Texas Rangers, ambos en el mismo día», recordó Manríquez. «Mi promotor siempre buscaba la mejor oferta, así que fui y vine muchas veces entre los equipos. En 2009 formaba parte de la organización de los Mets (Nueva York) cuando los Braves de Atlanta me comunicaron que querían contratarme. Después decidieron contratar a otro jugador y por vez primera me quedé sin trabajo».

    Manríquez se recuperó rápidamente.

    «Renuncié a los Mets y volví a Triple A en 2011. Para ese entonces ya se estaba convirtiendo en rutina, si bien había sido divertido hasta ese momento», dijo Manríquez. «Por desgracia nunca logré mi objetivo de llegar a la cima que era jugar en las grandes ligas (la Liga Mayor de Beisbol). Pero conseguí llegar a la Triple A».

    Lori Manriquez coincidió con que la vida de una cónyuge de un beisbolista podía ser extenuante, pero siempre estaba decidida a apoyar a su esposo.

    «Fue muy difícil. Cada seis meses nos mudábamos y teníamos que empacar todo», dijo Lori. «Nos trasladábamos a vivir por todo el país y los equipos no ayudaban con las mudanzas, lo hacíamos todo nosotros por nuestros propios medios».

    «Hemos estado juntos todo este tiempo, a través de todo lo que mi esposo ha hecho. Estoy contenta por ser parte de su vida. Es excelente esposo y excelente padre", añadió.

    Manríquez se retiró en 2013 siendo parte de los Camden Riversharks, con más de 1050 juegos acumulados en su carrera como cátcher, con 88 jonrones y 439 carreras. Tras pasar años en la Costa Este jugando en equipos como los Binghamton Mets y los Buffalo Bisons, en su retiro se estableció en Surprise, Arizona como entrenador de los Arizona League Rangers.

    Mientras entrenaba en Surprise, Manríquez entabló amistad con el Sargento de primera clase Jared Siple, reclutador de la Estación de Reclutamiento de Buckeye, de la Compañía de Reclutamiento de Phoenix West, los hijos de ambos estaban en el mismo equipo de natación.

    «Conocí a Siple en el Centro Recreativo de Surprise en donde nuestros hijos nadaban juntos. Estuve trabajando como entrenador para los Texas Rangers en Surprise, donde tienen un equipo de ligas menores. Así empezamos a charlar y nuestras dos esposas también se hicieron amigas», dijo Manríquez. «Comencé a hacer preguntas sobre el ejército, pero creo que no pensó que hablaba en serio, hasta que un día le dije que me iba a enlistar en el ejército».

    A Siple le sorprendió oír esto de parte de Manríquez, pues no creía que estuviese contemplando al ejército como una opción de carrera.

    «Hace como siete meses manifestó por vez primera su deseo de enlistarse en el ejército. Cuando dijo eso por primera vez me asombré. No esperas eso si consideras lo que ha logrado y su calibre como jugador de béisbol», dijo Siple. «Pero le dije que tendría que revisar la exención de edad y aceptó. Hizo todo lo que le pedí y me dijo: «Fallar te prepara, pero también prepárate para fallar». Ahora es uno de mis dichos favoritos».

    Manríquez dijo que también su esposa se sorprendió al principio por su decisión de enlistarse.

    «Pienso que mi esposa no me creyó cuando dije que me iba a enlistar. Me dijo que no me anduviera con juegos y que dejará de perder el tiempo. Al darse cuenta de que esto iba en serio, hablamos del asunto y aceptó que era una gran oportunidad para que yo creciera como persona y aprendiera algo distinto», dijo. «Pienso que todas las habilidades que aprendí en el béisbol son parecidas a las que se aplican en el ejército, liderazgo, resistencia física y mental, solidez... todo eso que se exige de un atleta profesional».

    Manríquez elogió a Siple por su ayuda durante el proceso de reclutamiento, pues se aseguró de que él y su familia estuvieran completamente conscientes de los cambios que se avecinan.

    «Fue (Siple) muy paciente conmigo... le hice millón de preguntas. A veces estábamos de acuerdo en ciertos puntos, otras veces no», continuó. «Mis agradecimientos por su ayuda durante todo el proceso porque en este momento de mi vida quiero estar completamente seguro de que esto es lo que quiero hacer. Su apoyo y el de su familia son algo que siempre agradeceré».

    Lori dijo que también al principio tenía dudas, pero que apoya la decisión de su esposo de enlistarse.

    «Yo creo que es emocionante hacer algo nuevo en nuestras vidas. Creo que al principio será difícil, pero me entusiasma de que formemos parte de la familia del ejército. Mudarse cada tres años será mucho más fácil comparado con la vida del béisbol», explicó. «Estoy un poco asustado, pero al mismo tiempo estoy emocionado. Es bastante que asimilar, una forma de vivir muy distinta, pero sé que nos adaptaremos.»

    Siple tiene confianza de que Manríquez conseguirá el éxito en el ejército y dijo que es el tipo de persona que el Ejército necesita en sus filas.

    «Es el tipo de persona que el ejército necesita en todos los ámbitos. Posee una personalidad a la que la gente se ve naturalmente atraída y a quien quieren seguir. Haga lo que haga, sin importar el rango, tendrá éxito», dijo Siple. «Cuando hacemos ejercicio, él es el quien me empuja. Siento como si pudiera levantar mil libras. Es porque está a mi lado y tiene de las mejores actitudes que he conocido en mi vida. No puedo esperar a oír sus historias sobre su vida en el ejército y ver su progreso».

    Manríquez espera con ansias iniciar su carrera en el ejército con la especialidad ocupacional militar que eligió, la 15U para reparador de helicópteros.

    «Después de eso tal vez podría seguir como piloto, dependiendo de mi edad y los requisitos, claro. Es una posibilidad emocionante para mí», dijo. «Quiero hacer lo que siempre he soñado. A este punto de mi vida es ahora o nunca».

    Manríquez está decidido a hacer carrera en el Ejército y a esforzarse para llegar lo más lejos posible, sin tener límites a la vista.

    «Firmé un contrato de seis años, pero en definitiva, busco hacer de esto una carrera, llegar a los 20 años completos. No sé lo que depara el futuro, pero absolutamente que deseo hacer de esto una carrera y trabajar duro en ello", añadió Manríquez. «Estoy emocionado por partir en unos cuantos días... Solamente deseo asegurarme de haber hecho todos los preparativos para que mi familia esté bien. Sé que no podré hablar mucho con ellos por las próximas 10 semanas».

    Reflexionando en torno a su vida hasta este momento, Manríquez dijo que está feliz con todo lo que ha logrado, pero sabe que el siguiente capítulo está lejos de terminar.

    «Hasta este momento mi vida ha sido una travesía divertida. Tener la oportunidad de crecer en un país diferente, sin saber inglés cuando llegué a los EE.UU., obtener mi tarjeta green card y después jugar béisbol profesional por 13 años... no puedo pedir más», dijo.

    «Ahora estoy a punto de unirme al ejército y darle algo de emoción en mi vida. Lo mejor está por venir», añadió Manríquez con una sonrisa.

    NEWS INFO

    Date Taken: 02.26.2020
    Date Posted: 02.26.2020 17:14
    Story ID: 363960
    Location: GLENDALE, ARIZONA, US

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